- Nictalopía. También denominada ceguera nocturna
- Pérdida de campo visual. En etapas incipientes, comienza una reducción del campo visual periférico, con formación de pequeños escotomas anulares en la periferia media
- Agudeza visual (AV). La visión en sus estadios iniciales se mantiene preservada, para luego, en estadios avanzados, decaer rápidamente
- Refracción. La RP se asocia con astigmatismo y miopía.
- Sensibilidad al contraste. La capacidad de distinguir objetos a bajo contraste se ve disminuida.
- Discriminación del color. La visión cromática en pacientes con RP suele permanecer sin alteraciones hasta fases avanzadas de la enfermedad.
- Fotofobia. En estadios avanzados, se experimenta una hipersensibilidad al deslumbramiento y a la presencia de luz difusa
- Alteraciones de fondo de ojo. Los signos oftalmoscópicos suelen ser simétricos en ambos ojos y varían según el estadio en que se encuentre la enfermedad. La triada común que nos vamos a encontrar en fondo de ojo son espículas óseas, atenuación de los vasos y palidez cérea del disco óptico.
domingo, 10 de febrero de 2019
Manifestaciones clínicas de RP
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